Hace dos meses y medio que Ángela se plantó en el mundo y que decidió cambiar el mío. Supongo que todos habrán pasado por lo mismo cuando nacieron sus hijos pero, hasta ahora, no prestaba demasiada atención a sus comentarios.
En primer lugar una buena madre primeriza tiene que agradecer a la gente que está a su alrededor y que le ayuda de manera incondicional. Siempre hay sorpresas en estas cosas, yo me he llevado muchas positivas y alguna que otra negativa (en especial una amiga a las que ayudé en momentos malísimos, con la que he reído y llorado, con la que compartí su embarazo y el nacimiento de su hijo y que ni siquiera ha levantado el teléfono para saber de mi nena, obviamente ya no es mi amiga).
Así que voy a agradecer en primer lugar a mi familia, a mi marido por que siempre está ahí para sacarme una sonrisa, a mi madre y a mi abuela por que son simplemente maravillosas y siempre están dispuestas para lo que sea y a mi suegro que desde que nació Ángela no ha hecho más que ayudarnos.
Después a mis amigas de verdad, las que nunca me fallan, las que siempre me transmiten su cariño y su ánimo. Las que mandan un mensaje a cualquier hora o se presentan en casa 5 minutos sólo para animarte. Las que preparan comidas con "carritos", las que les encanta que les digan tías y las que preparan futuras cenas y borracheras sin pensar en fecha, sólo estar juntas.
Y también agradecer a aquellos a los que, sin tener ninguna obligación contigo, se han volcado en conocer a la peque y en quererla. En especial quiero agradecer a Robledo, del blog
"Con mucho salero", por que sin conocerme me ha hecho sentir su cariño y preocupación, por que me ha brindado su amistad, por que me ha escuchado (o leído) y siempre me ha dado palabras preciosas de ánimo, por que me llega su calor aunque esté muy lejos. Agradecerle también que haya querido a mi Angelita desde antes de nacer y el regalazo que nos envió, no sólo me encanta a mí, Robledo, tengo una amiga que está loca con tu mantita (es la que podeis ver en la foto).
De este gran mundo de los blogs no me puedo olvidar de las tarjeteras más divertidas, cariñosas y geniales de
"Mi tarjeta echa humo". Como nombrarlas a todas sería imposible voy a personalizarlas en la mejor administradora de blog que conozco, Wanchu. Gracias por que estar siempre pendiente, por acordarte de mí, por preguntar, por transmitir cariño y calor, por hacerme reír ... Todas y cada una de vosotras sois una gran familia en este mundillo de internet.
Entre las reflexiones que me planteo puedo empezar por decir que yo ya no soy yo, soy una mamá y me olvido de muchas cosas.
Ya no me importa no poder pintarme o plancharme el pelo, repetir modelo o ir con manchas en la camiseta. Lo importante es preparar el bolso de mi peque y que ella vaya radiante, total nadie me mira a mí.
No se cuando podré volver a la peluquería pero no me importa llevar el tinte en fase de desaparición.
Si no puedo cocinar no cocino y aprovecho ratitos para hacer todo lo que puedo y congelar, el microondas es ahora mi aliado. Eso sí, sus bibes están impolutos y no fallamos ni uno.
Dormir a ratitos es lo normal, más de 3 horas por la noche mejor que si me tocase la lotería.
Mi casa es un desastre pero no importa, ya se arreglará y como dice mi madre, nadie vendrá a hacerlo por mí. Mi comedor no es mi comedor, está asaltado por cosas de la peque pero me encanta.
Internet es algo que puedo mirar 10 minutos al día y por desgracia tengo el blog abandonado pero supongo que es normal y además así lo tomaré con más ganas.
Hay una cosa que no ha cambiado y es que, tres veces al día, la peque le cede un ratito a mi Seika para salir a pasear, es nuestro momento. Y, a pesar de lo grande que es, no podeis imaginar como cuida de la peque. Me acompaña a todo, cuando me levanto por la noche, cuando paseo con ella arriba y abajo si llora, me avisa rauda cuando se despierta y la vigila cuando duerme (veremos cuando la persiga a ella).
Así que, aunque parezca que he perdido mucho es todo lo contrario, he ganado lo más importante. Ahora mismo soy todo lo felíz que puedo ser, veo que mi niña ya se encuentra mejor, que ríe, que juega, que me mira y que me conoce. Han sido días duros, por verla a ella sufrir, por no poder hacer nada pero ahora ya pasó y sólo puedo pensar en todo lo bueno que viene.
Besicos.