viernes, 24 de diciembre de 2010

¡¡¡FELÍZ NAVIDAD!!!


Desde estas cuatro paredes deseamos que paseis una noche maravillosa rodeados de aquellos que más os quieren. Esperamos que por la puerta de vuestra casa sólo entre la alegría, el amor y, por supuesto, miles de regalos. 

Mis cuatro paredes se han llenado de cierto movimiento, nos faltan algunos que queremos pero Ángela está en camino. Por eso, sólo queremos esta noche que las risas resuenen en la casa, que los villancicos no paren y que la comida no falte. Sabemos que desde allá arriba no quieren que tengamos penas.

¡¡¡FELÍZ NAVIDAD!!!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Pescadilla al horno con verduras y noticias

Al final nada merjor que volver a la rutina. Pasamos unos días durillos acostumbrándonos a la ausencia de Xiao, sobre todo por que mi perra lo está pasando fatal. Se le ve triste y con miedo, cada vez que nos vamos lo pasa fatal, parece que piensa que no vamos a volver. Nosotros ya estamos mejor, hemos recogido sus cenizas y parece que tenerlas en casa reconforta un poco.

Quiero agradeceros vuestras muestras de apoyo y de comprensión. Es maravilloso encontrarte con gente como vosotr@s en el camino. Nunca pensé que tantos podríais entenderme y me encanta saber que quereis tanto a vuestros bichillos como yo. Espero que me disculpeis por que os he tenido olvidados pero esta semana me pongo al día con vuestros blogs.

Sin embargo parece que las malas noticias no acaban. La semana pasada tenía ecografía y revisión con mi tocóloga. La nena no está engordando y está muy bajita de peso. Me repiten la eco antes de nochevieja y si sigue igual tendrán que provocarme el parto. Me tranquiliza que nos dijese que respecto de su formación todo está bien. De momento, vida más tranquila y a comer más.

Ahora sólo tengo que recuperar las ganas de cocinar, llevo una semana tirando de cosas sencillitas. Plancha, pasta y verdurita hervida. Eso sí, para cenar parece que por fín me entra el pescado. Llevo todo el embarazo que no soportaba el olor y ahora ya no me incordia tanto así que recurro a un plato rápido y sano como éste, la pescadilla al horno con verduritas.

Ingredientes
  • 1 pescadilla de 1 kg. en dos lomos
  • 1/2 cebolla
  • 2 pimientos verdes
  • 1 pimiento rojo
  • 2 tomates
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Albahaca
  • Vino blanco
Elaboración

En una fuente resistente al horno pondremos una cama con las verduras cortadas en juliana salvo el tomate que lo partiremos en rodajas. Pondremos encima los lomos de la pescadilla, previamente salados, y espolvorearemos un poco de albahaca seca.
Rociaremos el pescado con un chorro de aceite de oliva intenso y con un vaso de vino blanco.
 
Introduciremos en el horno, previamente precalentado, a una temperatura de unos 180º y dejaremos hasta que esté hecho controlando que no se seque. En mi caso en unos 10-12 min. está listo utlizando la opción con aire.
Es muy rápido y sencillo de preparar y a mí me encanta mezclar el pescado con las verduritas asadas.


viernes, 10 de diciembre de 2010

Carta a mi rey Xiao

La primera vez que te ví tendrías a penas un año, salías del portal de tu antigua casa a toda velocidad y ni me miraste. En ese momento ni tu chico ni yo estabamos juntos, ni casi nos conocíamos. Eras un cachorro grandote y vivaracho que sólo quería correr y correr.

Pasó un poco de tiempo y empezamos a vernos mucho, yo se que tú no me querías demasiado. Era la que te quitaba tiempo con  tu chico, a la que hacía más mimos que a tí, ... recuerdo como me mirabas a lo lejos, no me dejabas casi ni tocarte. Era una extraña que se metía en tu familia. Pero aprendiste a quererme y yo a tí. Nunca has sido un perro normal, tenías ese algo especial que atraía a todo el mundo. Empezaste a dejar que te mimase, me dejabas pasearte y me obedecías en la calle, eso sí con el "chico" mirándote desde la ventana. Salías contento a recibirme a la puerta, y comenzabas a jugar. Siempre esperándome al pie de la escalera.

Recuerdo unas vacaciones, el viaje que nos diste hasta la playa. No te gustaba el coche, aullabas y no parabas de moverte. Y yo no sabía que hacer ... y es que tú sólo querías que tu chico estuviese contigo en el asiento de atrás. Nos cambiamos y te calmaste, yo seguía siendo una de fuera de casa. En el camping en la playa todos te conocían, escarbabas los agujeros más grandes que te podías imaginar, te bañabas en la playa, te ibas monte arriba,  ... pero siempre regresando.  

Y así pasaron 6 años, en los que me enamoré de tí y supe que, donde tu chico iba, allá ibas tú. Por eso, cuando antes de casarnos tu chico vino a vivir a casa, allí te fuiste tú también. Pensamos que el jardín te haría muy felíz hasta que el primer día que te dejamos fuera lo destrozaste, te sentaste orgulloso en mitad del cesped y nos miraste desafiante. Supimos que tu sitio estaría dentro, con nosotros. Al casarnos lo pasaste fatal, te faltaba tu familia, por que yo aún no lo era. Dejaste de comer, te apagabas y yo no sabía que hacer. Pensamos que tendrías que irte de vuelta a tu antigua casa pero ... llegó tu tata Seika y tu vida y la nuestra cambió.


Desde entonces hemos sido una familia, los cuatro siempre juntos. Me aceptaste como una más y se que me querías mucho. Educaste a Seika, cuidaste de ella, de todos, jugaste, corriste, ... Y enamoraste a todos, recuerdo como los niños de la urbanización venían de propio a verte y a jugar contigo. Con todo lo grande que eras, con todas las perrerías que te hacían jamás tuviste un mal gesto con ellos. Empezó la época de tus cosillas, primero las operaciones en los ojos, luego descubrieron tu diabetes, ingresos, comas diabéticos, ... más tarde un par de tumores, una infección sin identificar ... pero de todo, de todo salías más fortalecido. 


Este último año has luchado mucho, la diabetes se llevó tu vista y perdiste muchas cosas. Sin embargo seguías disfrutando de tus baños en la piscina en verano, de pasear por el jardín, de tus mimos, de tus siestas. Poco a poco te ibas despidiendo, aunque nosotros no queríamos verlo. Tus patitas traseras perdieron fuerza, pero daba igual, tu siempre luchabas por levantarte y te quejabas si tratabamos de ayudar. Siempre has sido un cabezón.


Sabes que hemos hecho todo, todo y más por tí. Sabes que si se hubiese podido, hubiesemos hecho más. Pero ayer, 9 de diciembre, decidiste que era el momento del irte. Estabamos los tres sólos, tu tata Seika, tú y yo. Me hiciste un gesto con la pata y me acerqué. Simplemente te apagaste en mis brazos, sin sufrimiento, sin dolor. Has estado 15 años con nosotros y te agradezco cada minuto que me has dado. Cada beso, cada mimo. Echaré de menos enfadarte tocandote la pata de atrás, cosa que odiabas, pedirme la cena aullando cuando tenías hambre, tus ronquidos por la noche ... tantas cosas.

Se que tienes que estar ahora en el cielo, que vuelves a ver y a poder correr. Se que hay gente esperándote y que cuidará de tí. Mientras aquí te recordaremos siempre. Has dejado un hueco muy grande.

No pretendo que nadie lo entienda, muchos pensarán que es sólo un perro pero no es así. Es mi Xiao y es de mi familia, por eso tiene derecho a que se le recuerde y se le llore. Por eso y por que nunca, nunca me ha fallado. Por que ha estado a los pies de mi cama cuando he estado triste y enferma, por que ha estado en los momentos alegres y por que sin hablar ha dicho muchas más cosas que otros de dos patas. 

Xiao, te quiero. Espero que haya pasado el dolor y vuelvas a ser felíz. Vigila desde allí arriba que todo esté en orden. Gracias por que esta extraña haya podido ser parte de tu familia. Mil besicos mi rey, mi osito chino.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pastelillos

De nuevo tengo que sacar a mi abuela para explicar la receta. En mi casa de mi abuela se comen pastelillos, no empanadillas como en el resto del mundo. ¿Por qué? Pues la verdad es que no tengo ni idea, si se trata de empanadillas compradas fuera de casa si que las llamamos así pero si son caseras son pastelillos y punto. Esto da lugar a más de un momento curioso, sobre todo cuando tapeando pides un pastelillo en un bar y te miran con cara de estar loca. Y es que a mi abuela no se le lleva la contraria y todos asumimos que es así, para eso es la mejor cocinera del mundo (yo no puedo decir lo de que mi madre es la mejor por que ni sabe ni quiere aprender a cocinar). Y aunque el Sr. de la casa ha tratado de convencerme de que las llame empanadillas al final es él quien ha terminado pidiendo "pastelillos" para comer.

Ingredientes
  • 1 paquete de obleas o masa para empanadillas
  • 1 lata mediana de atún en escabeche
  • 1/4 cebolla
  • 1 lata pequeña de pimiento rojo
  • 1 - 2 huevos duros
  • 1 huevo
  • Salsa bechamel:
    • 40 gr. de mantequilla
    • 40 gr. de harina
    • 350 ml. de leche
    • 1/4 pastilla de caldo Starlux
    • Nuez moscada
Elaboración

En un bol pondremos el atún desmigajado junto con la cebolla, el pimiento rojo y los huevos duros muy picados. Lo mezclaremos todo junto y reservaremos.


Prepararemos la bechamel, en primer lugar derretimos la mantequilla y, a continuación, añadimos la harina. Damos una vuelta a la harina para que se dore con el fuego más bien bajo. Después incorporaremos poco a poco la leche (previamente templada) sin dejar de remover con unas barillas para evitar que se formen grumos. Cuando esté ligada y sin grumos añadiremos 1/4 pastilla de caldo starlux y rallaremos un poco de nuez moscada. Dejaremos cocer unos minutos más. 
Cuando la bechamel esté lista añadiremos la masa de atún preparada inicialmente y le daremos unas vueltas para que quede incorporada. Después lo sacaremos a un plato y dejaremos que se enfríe antes de montar los pastelillos.

Preparar los pastelillos, es decir, pondremos una cucharada de masa por oblea y sellaremos con la ayuda de un tenedor. 


Después podemos freírlos en aceite bien caliente o, como los he preparado hoy yo, dorarlos en el horno. Los pondremos sobre papel de asar y los pintaremos con huevo batido, los introduciremos en el horno previamente precalentado y los dejaremos hasta que estén dorados.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Sopita para curarse el resfriado

Aunque pueda parecerlo yo no estoy resfriada, ayer salimos y el Sr. de la casa, que es muy valiente, se fue poco abrigado por lo que se ha levantado con una garganta horrible, fiebre, ... es decir, un resfriado en toda regla. En estos casos, no hay nada como un caldito casero para calentar el cuerpo y eso le he preparado pero ... con truco. Y es que mi abuela, que es la mejor del mundo, me congela botes de caldito para que siempre tenga uno a mano en casa. El caldo de mi abuela es el mejor del mundo, claro, como el de todas, jajaja. No tiene mayor misterio que cocer mucho tiempo y buenos ingredientes. En este caso, mi abuela apuesta siempre por un trozo de gallina, hueso de ternera, hueso de jamón (más bien taco de jamón con hueso), patata, zanahoria, cebolla, garbanzos y algo más que ahora se me escapa. Por supuesto no sólo el caldo, las croquetas posteriores son inimitables también. La pena es que como siempre me prepara todo nunca me fijo en como lo prepara, cuanto tiempo, como hace esas croquetas tan ricas ... Tengo pendiente ir dos mañanas a su casa, por el caldo y por las lentejas por que, por mucho que lo intente, nunca me salen como a ella.


Respecto a mi multitud de frentes abiertos voy a resumir un poco:
  • Mi caldera nueva funciona a la perfección, calienta la casa mucho más rápido y se supone que es más ecológica y económica. Cuando llegue el recibo del gas os contaré.
  • El viernes fuí al juzgado y presente la documentación, hice una minideclaración y probablemente iremos a juicio más que nada por que mi "jeta particular" declara el accidente en un lugar distinto del parte amistoso y del que yo declaro. Eso sí, sigue de baja desde el 21/10. Yo no se si alucino más con él o con el médico que le está firmando las bajas.
  • Y lo más importante de todo, mi nena. Aunque no tocaba ecografía le pedí al ginecólogo que me hiciese una por que son muchos días sin verla, jajajaja. Verla, verla, sólo un instante. Debe ser vergonzosa y no hay manera. Sigo con poco líquido amniótico pero no es preocupante, que siga bebiendo mucha agua y no me dió más solución. La nena está bien pero bajita de peso para su tiempo, claro, me tienen comiendo de dieta por no engordar así que me han dado un poco de manga ancha (¡¡¡BIEN!!!). Lo que sí me ha dicho es que es muy larga, unos 5 cm. más de su tiempo así que me da que tengo un par de bodies que no estrenará. Ya está en los 42 cm. y sólo estamos en la semana 32.
Para terminar ayer nos fuimos de concierto el Sr. de la casa y yo. Nos fuimos a ver a un paisano, Bunbury. Soy un caso raro en mi tierra, a mí me gusta Bunbury pero no Héroes del Silencio. El concierto me gustó muchísimo, como siempre prefiero su directo al disco pero ... me encantaba su anterior banda, el Huracán Ambulante. Introducía en sus canciones violines, chelos, trompetas ... y ahora se ha vuelto más rockero. Demasiada guitarra eléctrica para mi gusto y para el de Ángela que se quejó un par de veces. La suerte, que sus conciertos son sentados por lo que pude ir por que 2 horas de pie me temo que no hubiese sido factible. Después aún tomamos algo por ahí con mi cuñada, me da que Ángela me va a salir marchosa por que no me molestó nada en toda la noche, es más creo que estaba disfrutando.

Aquí la mami y Ángela riéndose y disfrutando
Ahhhh, y un recuerdo a los afectados por los controladores. Sinceramente, no entiendo que un colectivo tan privilegiado juegue así con la gente y lo peor, se le permita salir impune de ello.